EL ORIGEN DEL PATRIARCADO
El Diccionario de la Real Academia Española define el término patriarcado
como “organización social primitiva en que la autoridad es ejercida por
un varón jefe de cada familia, extendiéndose este poder a los parientes
aun lejanos de un mismo linaje” y el término patriarcalismo como “tendencia a la autoridad patriarcal (ejercida autoritariamente con apariencia paternalista)”.1 En otros idiomas, como el inglés, el término patriarcado
no se limita a las organizaciones sociales primitivas sino a todas las
organizaciones sociales en las que existe un desequilibrio de poder
entre varones y mujeres, en favor de los primeros.
En los estudios feministas y varios estudios sociológicos, históricos, políticos y psicológicos, el término patriarcado
es utilizado para describir una situación de distribución desigual del
poder entre hombres y mujeres en la que los varones tienen preeminencia
en uno o varios aspectos, tales como la prohibición del derecho al sufragio, la regulación de los delitos contra la libertad sexual, la violencia de género, los regímenes de custodia legal de los hijos, la doble moral según el género, el sexismo en el lenguaje, mecanismos de invisibilización, la determinación de las líneas de descendencia (filiación exclusivamente por descendencia patrilineal y portación del apellido paterno), los derechos de primogenitura,
la autonomía personal en las relaciones sociales, la participación en
el espacio público ―político o religioso― o la atribución de estatus a
las distintas ocupaciones de hombres y mujeres determinadas por la división sexual del trabajo.
